miércoles, 12 de marzo de 2008

EL MAYOR BODRIO DE LA HISTORIA A.C.

El caso es que mientras compraba la entrada una voz ya me advertía de que iba a lamentar haberme gastado esos seis eurazos en ver esta película, y que tal vez fuese mejor idea dárselos al hombre tan simpático que nos despierta cada mañana a las siete tocando el acordeón. “Es para el blog de la uni, me dije. Para que luego no se quejen de que siempre hablo de películas antiguas y raras”. Por lo visto ya tengo la justificación perfecta para ver patrañas.



Pero cuando las luces de la sala se apagaron y las primeras imágenes de 10000 aparecieron en la pantalla (y con ellas los primeros “hombres primitivos”) una sirena de alarma se activó en algún lugar de mi cerebro, y súbitamente comprendí que aquello era mucho peor que mis peores expectativas: ¿Desde cuándo los hombres primitivos usaban perilla al estilo Beckham? ¿Por qué todos parecían marines con taparrabos? ¿Qué era eso de “te llevaré siempre en el corazon”? ¿Acaso en aquella época se dibujaban ya corazoncitos con iniciales en los troncos de los árboles? Por no mencionar los increíbles cambios de clima: doblo la esquina, y estoy en el desierto. Subo un poco y empieza a nevar. Decido escalar esa montaña a ver qué hay al otro lado, y de pronto me encuentro perdido en plena selva tropical. Miro a la derecha y veo… ¡Las pirámides! ¿Nos hemos vuelto todos locos?

De entre todas las escenas que reflejan la exhaustiva labor de documentación de los guionistas sobre el mundo y costumbres de la época destaca sin duda la que es una de las mayores joyas de la historia del celuloide. Os pongo en situación: Nuestro héroe tiene hambre, así que sale de caza con un palo. Todo muy primitivo, muy exótico, hasta que de pronto te das cuenta de que lo que se mueve al fondo del prado son nada más y nada menos que… ¡gacelas! Tal vez pensara lanzarles el palo al estilo olímpico (Como Aquiles en Troya, ver vídeo de abajo), o simplemente las gacelas de la época corrían hacia atrás, como los cangrejos. Lo que queda claro (en realidad desde los primeros fotogramas) es que el tipo en cuestión es imbécil y ha llegado hasta los veintitantos robando los yogures a sus compañeros de tribu.


Aquiles nunca consiguió hacer demasiados amigos...

Pero justo cuando nuestro héroe se está acercando a una gacela despistada le sorprende la tormenta, y cae en un pozo lleno de agua. Y no termina aquí su desgracia, porque en el agujero se topa con un felino dientes de sable que mide algo así como dos trasatlánticos juntos, el cual tiene aspecto de no tener muchos amigos. Resulta que el pobrecito ha quedado atrapado por un tronco en el mismo hoyo y parece efectivamente que va a morir ahogado. Oh, la dura vida de nuestros antepasados. Hago un esfuerzo y paso por alto el improbable hecho de que un felino de ese tamaño se haya caído al pozo al intentar beber agua (Aunque tal vez había subido a por higos al árbol y ambos cayeron juntos). Por otra parte sus ojos verdes digitales con tufillo Disney parecen decir que tiene bastantes ganas de cenar, y me pregunto si intentará devorar al protagonista (algo que por otra parte habría alegrado bastante a la audiencia, pero que como sólo llevamos media hora de peli veo altamente improbable.) ¿Qué hará nuestro héroe? Matará al felino, aprovechando su indefensión, para no tener un doble problema en caso de que consiga liberarse? ¿O simplemente intentará salir del hoyo por sus propios medios, rezando para no morir también ahogado?

Pues no. El brillante guionista tenía un as en la manga. Algo tan increíble que de no estar mis amigos presentes conmigo en la sala (y las exclamaciones incrédulas de la platea) habría supuesto producto de mi imaginación: El héroe se acerca al felino con cara de reprimenda y le suelta: “Te voy a ayudar, pero luego no vayas a comerme, eh?” Y acto seguido levanta el tronco que mantenía atrapado al gatito. ¡El primer ecologista en acción de la historia! Pero lo mejor es la reacción del felino: ¿Qué hace éste? Zampárselo, diríais vosotros, por imbécil, y junto a él a los guionistas y productores y directores de semejante bodrio. Pero no. El rebaño de guionistas opta por enchufar al felino (Como en Matrix y las clases de kárate de Neo) un cursillo express de moralidad y buenos modales. Consciente del valor supremo de la amistad y el respeto, tan de moda ambos en el año 10000 antes de Cristo, nuestro felino agradece con un ronroneo la ayuda a su nuevo amiguito, desapareciendo en la noche junto con las esperanzas del público de ver una escabechina que compense al menos en parte semejante estafa.




10000 Teaser Español
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¡Nunca mais!

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy bueno, me he reído mucho!